lunes, 3 de agosto de 2009
ENSAYO SOBRE FOTOGRAFIA
Ensayo de Rodrigo Mancilla.
Poeta-fotògrafo
Lo fotografiado, aquello que se busca, es algo que de algún modo ya conocemos. Cada fotografía es el término de una búsqueda, de un deseo, de una carencia y todo aquello que fotografiamos es representación nuestra, es algo que “rescatamos” del mundo “real” para hacerlo parte del mundo interno. Deseamos determinadas imágenes y de una determinada manera, estas son “objetos” que no poseemos, son momentos, ciertas sensaciones y emociones a final de cuenta que, “viajan” a nosotros a través de imágenes. Estas vienen a “completarnos”, a restituir - porque es un proceso que no acaba - ciertos deseos que van “mutando” en la superficie, no así en el fondo. Más allá de aquellas fotografías que facilitan la memoria y el recuerdo de algunos hechos, lo fotografiado pertenece a algo que ya está “predeterminado”, es un “alcance” dictado desde adentro y tiene como proceso, un correlato interno, ya que cada vez que se saca una foto de un lugar, de una circunstancia particular, de alguien, etc., no sólo se está llevando a cabo un acto “externo”, sino también uno “interno”, una especie de fotografía interior, un registro emocional que pertenece a un proceso de búsqueda del cual queda, al final, un representante concreto que es la fotografía. Se considera así a lo fotografiado no como un capricho meramente estético de parte del fotógrafo - aunque también exista algo de eso - sino como el comienzo y final al mismo tiempo de un proceso de deseo, en el que ha mediado la fotografía tal cual podría haber mediado otro tipo de expresión. Esta sería una forma de “explicar” el proceso total de la fotografía como una serie de actos mediacionales que son a propósito de este deseo original; estableciendo tal proceso como uno interno que intenta manifestarse de modo congruente en lo real.
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